Las características del mercado laboral actual exigen, tanto a los trabajadores activos como a los potenciales, no sólo un nivel elevado de capacitación profesional, sino que también requiere gran capacidad de adaptación en un entorno que cambia con mucha rapidez. (Hernández Fernaudi, E.; Ramos Sapena, Y.; Negrín, F.; Ruiz de la Rosa, C.I.; Hernández, B. 2011)
Hoy, los escenarios cambiantes, invitan a proyectarse valorando y representándose el sentido del trabajo desde un modelo que toma elementos del paradigma de la complejidad, por lo que se hace inevitable hablar de criterios multidisciplinarios.
Las elecciones vocacionales o más bien las construcciones vocacionales implican la realización de un proceso subjetivo que en general moviliza la identidad de la persona y en particular debemos tener en cuenta que se trata de una persona en situación. En este sentido, se impone ante nosotros un nuevo paradigma en la orientación profesional, del cual somos parte activa, parte del entramado de un nuevo tejido social con cambios en el mundo del trabajo.
Rol de la psicología para el desarrollo de la identidad vocacional
Desde la psicología, como ciencia que estudia la conducta, se torna necesario acompañar a las personas en los cambios permanentes tanto internos como contexto.
Así, trabajar, sobre quien se es, quien se es “siendo” y” haciendo”, forma parte necesaria de nuestras intervenciones profesionales de la orientación, ligando la movilidad externa e interna de los procesos.
Hoy nos encontramos frente a un abanico, que puede abrirse y cerrarse con facilidad haciendo referencia a las infinitas posibilidades que las tecnologías ofrecen para capacitarse y capacitar en las distintas áreas del quehacer profesional.
Nuestra Visión institucional
La orientación educativa en el nivel superior, en nuestra visión institucional contempla la formación en valores a la vez que la formación técnica flexible, que permite desarrollar y en algunos casos complementar, conocimientos que favorezcan la inserción del joven graduado en un mercado abierto y versátil.
La Orientación Vocacional, deberá entonces ofrecer herramientas para que las personas, en particular los adolescentes puedan integrar sus preferencias, deseos y habilidades. Así, se propone potenciar y crear, re crear, una identidad que favorezca la adaptación psicológica “activa” a las diferentes propuestas de empleabilidad, desarrollando múltiples competencias, siempre con el plus de satisfacción, necesario para motivar estos procesos y promover la gratificación personal.
En la actualidad, el contexto ofrece amplias posibilidades de pensar el desarrollo personal a través de las diferentes actividades productivas y profesionales. En este sentido será un objetivo fundamental de la orientación vocacional acompañar nuevas búsquedas de desarrollo personal a través de la información y formación sobre nuevas áreas de conocimiento, no siempre tan difundidas en nuestra cultura, y no por ello, no tan necesarias ni de envergadura para la inserción laboral –profesional-ocupacional y desarrollo personal.
Psi. Mariela Lindozzi
Secretaria Académica Carrera Lic. En Psicología – Universidad Abierta Interamericana