Sin conexiones de ningún tipo, la porteña Caterina Grasso, diseñadora de imagen y sonido en la UP, decidió enviar su currículum al estudio de animación más famoso del mundo y entró. Con 28 años, hoy vive en San Francisco, habla chino mandarín y trabaja para el próximo hit del cine: «Coco». La historia de una joven que pudo cumplir su sueño
Caterina tiene 28 años, pero su sonrisa tímida y su pelo lacio le sacan unos 10 años. Bien podría ser una adolescente en sus primeros pasos por la facultad. Pero no. Caterina Grasso ya está llegando a los 30, pero todavía le falta. Por ahora, esta joven millennial recibida de la carrera de Diseño de Imagen y Sonido de la Universidad de Palermo (UP) es uno de los nuevos talentos de Pixar, el estudio de animación más famoso, más fantástico del mundo; esa meca de fantasía por la que miles de personas harían lo que sea para llegar.
Y ella llegó. No conocía a nadie. Sólo se animó. Una chica común, estudiosa -habla chino mandarín, y fanática de la película «Hércules» de Disney, mandó su CV como cualquier «hijo de vecino» y así, sin más, sin vueltas, la llamaron. De un currículum a un sueño. Sin dudarlo ni por un segundo, esta porteña emprendió viaje a San Francisco, Estados Unidos junto a su novio, que decidió acompañarla a la maravillosa aventura de trabajar en una empresa como lo es Pixar, fundada nada más ni nada menos que por Steve Jobs.
-Queríamos que nos cuentes un poco cómo hiciste para entrar a trabajar en Pixar.
-Yo estudie acá, en la UP. Después de eso trabajé y mientras trabajaba armé mi portafolio y lo mandé por la web de ellos. Todo online, cero conexiones, ¡nada! Así que lo mandé y me llamaron. Me dijeron que estaban interesados para tener una entrevista y bueno, después de un proceso de admisión me llamaron y me fui. Trabajo en Pixar hace un año y medio.
-¿Qué sentís al trabajar en un lugar como Pixar? ¿Es imponente?
-La verdad que sí. El lugar es súper imponente. Antes de ir para allá pensaba, bueno, va a ser increíble. Es una compañía enorme y no me desilusionó para nada. Es impresionante y la gente la verdad que es de un nivel increíble, gente muy humilde y cero egos…
¿Qué le dirías a la gente que la está remando, que tiene sueños como vos, de emprender, de sumarse a una de estas compañías?
-Es muy importante el timing y el tema de las visas. A veces podés ser el mejor candidato para un posible trabajo o posición, pero el timing y la visa son dos factores más limitantes. Y por otro lado saber que sí se puede. Siempre con mucho trabajo, mucho esfuerzo. Sentarse y practicar, practicar, practicar… pero se llega. Y no es necesario conocer a nadie ni tener ningún contacto. Si uno le pone ganas, se puede.
Fuente: Infobae