En busca del quinto año consecutivo

Equipos de la UNR participarán en el Torneo Argentino de Programación con la ilusión máxima de clasificar al Mundial que se realizará en Portugal el próximo año.

 

Hace tiempo que los equipos de la Universidad Nacional de Rosario que se compiten para llegar al Mundial de Programación destacan en cada una de sus participaciones. La Facultad de Ciencias Exactas, Ingeniería y Agrimensura será sede el sábado 29 de septiembre de la edición 2018 del Torneo Argentino de Programación (TAP), parada obligada para contribuir a la ilusión de llegar a la máxima cita que se realiza el próximo año en Portugal.

Los encargados de ayudar y guiar a los participantes en esta experiencia serán los que fueran integrantes del equipo “Caloventor en dos”: Pablo Zimmermann, Mariano Crosetti y Martín Villagra, quienes se consagraron como campeones de la región latinoamericana en el Mundial que se realizó en Tailandia en 2016.

Si bien la competencia oficialmente comenzará luego del mediodía, los participantes deberán estar a las diez de la mañana ya que se le creará un usuario personal a cada uno y se hará una hora y media de pruebas con el objetivo de verificar la interfaz del sistema.

El TAP es “una competencia por equipos de tres estudiantes de la misma institución de educativa. Tiene cinco horas de duración, en las que cada equipo deberá resolver un conjunto de problemas algorítmicos, creando un programa que solucione cada problema.”, explicó Mariano Crosetti, quien oficiará de entrenador principal este año.

El Torneo Argentino de Programación tiene más de veinte sedes en simultáneo, y por cada una clasifica cuatro equipos para competir en un regional, donde participan equipos de distintos lugares de Latinoamérica. En esta instancia, en la que se conocen los tres representantes que irán al Mundial, existe una regla que busca distribuir la participación geográfica y por eso sólo puede clasificar un combinado por universidad.

Cabe recordar que la Universidad Nacional de Rosario ha estado presente en las últimos cuatro mundiales, dejando afuera a otros equipos importantes de la región y cumpliendo un destacado papel en la máxima competencia.

En 2015 y 2016, “Caloventor en dos” participó en las ediciones de Marruecos y Tailandia, siendo en el último donde se logró la máxima distinción de la UNR dentro de la competición. “Creo que el crecimiento que tuvo la UNR dentro del circuito fue exponencial. Hay antecedentes de equipos que compitieron en las primeras instancias pero no llegaban a clasificar a un mundial. Nosotros pudimos hacerlo en dos oportunidades y en la última logramos algo que parecía imposible en la previa.”, expresó Crosetti.

La Universidad Nacional de Córdoba y la Universidad Nacional de Buenos Aires tienen una larga historia dentro de la competencia y cuentan con una importante estructura de entrenamiento. Sin embargo, la UNR ha logrado sumarse al lote de los candidatos a base de muy buenas actuaciones que lo catapultaron a ser un rival difícil de vencer. “Creo que nuestra primer experiencia fijó un antecedente, ya que ahora conocemos a la perfección los pasos a seguir para organizar el Torneo Argentino de Programación o ir al entrenamiento que se da en Brasil previo al mundial, etc. Cuándo comenzamos no había esa infraestructura, y ahora que esos vínculos están hechos, es un poco más sencillo para los equipos actuales concentrarse directamente en la competencia.”, recordó el entrenador.

Año a año, la participación de equipos dentro del ámbito de la UNR ha ido aumentando, lo que habla del creciente interés de los estudiantes de participar dentro de estas competencias. “ Cuándo participamos por primera vez éramos los únicos de Rosario y ahora hay tres o cuatro equipos con seria chance de llegar muy lejos.. Hay una gran competencia sana, porque los chicos se ayudan entre ellos y nosotros en nuestro rol de entrenadores buscamos poder guiarlos.”, comentó Crosetti.

El Mundial 2017 tuvo lugar en Estados Unidos, y el grupo denominado «You’ve gone incognito» fue el representante en esa oportunidad. El mismo está integrado por los estudiantes de Licenciatura en Ciencias de la Computación Maximiliano Redigonda, Iván Díaz y Brian Morris, de Ingeniería Electrónica. Consiguiendo una mención honorífica, buscan nuevamente clasificar a la máxima competencia. “Estamos más preparados que la última vez, hicimos un entrenamiento parecido al que hacía “Caloventor en dos”, el cual era juntarse un día fijo por semana y entrenar. Nos tomamos un año para conocernos más como equipo, lo cuál creo que está dando sus frutos.”, explicó Redigonda.

Si bien los integrantes saben que la competencia va a ser difícil porque hay equipos muy bien preparados, que vienen con otro ritmo en competencias, el tiempo que se tomaron los hizo aprender a manejar ansiedades y conocerse como equipo. “La verdad no estamos preocupados, porque somos jóvenes y si no se nos da este año, iremos el siguiente. En nuestra primer experiencia teníamos apenas veintiún años cuando los equipos a nivel mundial promediaba veinticinco, lo cual se noto en la competencia.”, argumentó Maximiliano.

En la última edición, que tuvo sede en China, el equipo denominado «Flower Power», integrado por los estudiantes de Licenciatura en Ciencias de la Computación, Margarita Capretto, Fernando Fiori y Emilio López, también dieron que hablar. “Al haber participado recientemente, creo que venimos con una dinámica de equipo aceitada. La experiencia nos unió como grupo, y nos sirvió para darnos cuenta en que había que mejorar. Estamos confiados en volver a hacer un buen papel”, confesó Fiori.

Todos los participantes que han pasado por estas instancias remarcan lo importante que es el compartir con otros equipos experiencias y poder realizar aprendizajes conjuntos. “Como equipo venimos desde hace varios años participando, y fue en la última oportunidad donde pudimos acceder al Mundial. Creo que todo ese recorrido y lo que vivimos hace unos meses nos han dado las herramientas suficientes para afrontar lo que viene.”, sentenció Margarita Capretto.

A mitad de año se realizó un entrenamiento en Buenos Aires que contó con una duración de dos semanas. El cronograma comprendió charlas teóricas por la mañana y simulación de competencias a la tarde. Fue una oportunidad de medirse con otros equipos, y saber cómo viene el panorama para una instancia de regional. “La motivación está más alta que nunca. Nuestra idea es seguir practicando y perfeccionándonos. Si tenemos la posibilidad de llegar a otro mundial, queremos hacerlo con la experiencia y el conocimiento suficiente para estar a la altura de la circunstancia. Por suerte, este año fue positivo para conocer el contexto y que tipo de dificultad representa.”, resumió Maximiliano Redigonda.

La idea que tenemos desde hace un buen tiempo a esta parte es poder contar con una materia optativa para que los estudiantes tengan alguna retribución por hacer programación competitiva y que les ayude a su currícula. “Teniendo en cuenta nuestra vivencia personal consideramos que hay mucho potencial en los estudiantes de distintas carreras de nuestra Universidad como para seguir participando en estas competencias”, concluyó Crosetti.


  • Periodistas: Gonzalo J. García
  • Fotógrafos: Camila Casero

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