Santiago Siri, elegido por la prestigiosa universidad como «visionario del año» y uno de los jóvenes más influyentes de Latinoamérica, desarrolló Sovereign, una plataforma de democracia digital que propone un sistema de gobierno descentralizado. El uso de blockchain para validar las votaciones y asegurar un proceso de votación fiable
Sovereign es una plataforma de código abierto que funciona sobre blockchain y busca ser una solución para ejercer la democracia líquida, donde cada ciudadano puede votar propuestas y dar ideas directamente de manera fiable, gracias a técnicas de encriptación que aseguran un proceso transparente y verificable. Al menos ésa es la premisa de este proyecto, ideado por el argentino Santiago Siri, y por el cual fue elegido por el MIT como «visionario del año», y uno de los jóvenes sub 35 más influyentes de Latinoamérica.
«Estamos construyendo un token que queremos que sea considerado el token universal de voto, un criptovoto que sea complementario a las criptomonedas, y que consideramos que tiene que ser garantizado como un derecho humano, por ser un instrumento que garantiza la voz del ciudadano dentro del sistema que estamos construyendo»
Siri, que tiene 34 años y lleva casi toda su vida en el mundo de la informática, se define como «un emprendedor al que le gusta mucho generar innovación tecnológica y que aspira a que en cada uno de sus proyectos haya impacto social». Estudió ingeniería en el ITBA apenas tres meses y después dejó la universidad. Al igual que Bill Gates, Mark Zuckerberg o Steve Jobs, salió de sistema educativo formal para capacitarse por su cuenta y armar proyectos disruptivos. Para pensar fuera de la caja, muchas veces hay que salirse de ella.
Aprendió a programar a los 9 años, descubrió internet a los 12 y con apenas 19 creó su primera compañía de desarrollo de videojuegos y hasta inició una asociación de desarrolladores de estos productos. Dice que el mundo gamer le enseñó mucho a nivel técnico y que le dio una mirada diferente sobre cómo concebir los programas. «Creo que los juegos ayudan a entender mucho como diseñar sistemas», asegura.
-¿Cómo funciona exactamente el sistema que proponés?
-El tipo de tecnología basada en blockchain no sólo es disruptiva desde lo económico o financiero porque transforma la moneda, sino que también es una herramienta que va a plantear nuevas técnicas para construir instituciones o para plantear seguridad institucional porque tiene componentes que hace que las transacciones sean incorruptibles, que cualquier persona pueda auditar un proceso sin tener que requerir un permiso especial. Así que ese orden de transparencia, de resistencia a la tergiversación o manipulación de transacciones, es altamente deseable para asegurar una calidad democrática. Las democracias requieren de muchas cosas, entre ellas la integridad del voto, y si bien no es muy discutido, creo que la integridad del voto es indispensable. Hoy, después de que pusiste un voto en la urna no tenés ninguna certeza de lo que pasa con ese voto. En cambio con blockchain vos podés, como votante, tener total control. Podés auditar la elección sin tener que ser una autoridad de nada, porque el blockchain viene a romper el concepto de autoridad. Es un largo recorrido de estar en este camino de estudiar la intersección entre tecnología y política. Democracy Earth es la fundación que sintetiza lo que estamos haciendo hoy en día.
«Queremos plantear una alternativa abierta de lo que es la internet privatizada que tenemos hoy, que está en manos de un puñado de compañías, entre ellas, Facebook.»
Fuente: Infobae